El amor jamás reclama; da siempre. El amor tolera, jamás se irrita, nunca se venga.
 


Vacaciones en el espacio sideral

por Alan Brain
Alan Shepard preparándose para el espacio sideral.

Astronauta Alan Shepard (1923-1998) dentro de la cápsula Mercurio, en 1961, durante una simulación previa a su misión al espacio sideral. Alan Shepard fue el primer astronauta americano en el espacio, y el quinto hombre en pisar la Luna. (Foto por NASA)

Como muchos de ustedes, siempre soné con ir al espacio sideral.  Mientras otros niños jugaban en la calle, yo despegaba con historias de estrellas y galaxias desconocidas. Mi padre me contaba de los primeros astronautas, las primeras misiones orbitales de la NASA , la valerosa llegada del hombre a la Luna, y yo escuchaba deslumbrado. Por las noches, me quedaba dormido contemplando un mapa de las constelaciones estelares del hemisferio sur que tenía en una de las paredes de mi cuarto. Fabricaba naves espaciales de papel que terminaban en la barriga de mi perro, saltaba del techo al jardín pensado que eso me prepararía para ser astronauta, y prefería ir al planetario que al cine.

 

Así crecí, soñando con ser astronauta para poder viajar al espacio sideral.

La extraña obsesión que mi padre tenía con el espacio era tan fuerte que me puso de nombre Alan en homenaje a Alan Shepard, el primer americano en el espacio.

Hoy, leyendo un par de noticias, se me ocurrió que si mi padre estuviera vivo y fuera millonario, la historia sería otra.

Los 200,000 dólares que cobra Virgin Galactic por enviarnos unos minutos al espacio sideral, y disfrutar de la gravedad cero no le hubieran importado. Mi padre habría pagado su pasaje, el mío, el de mi hermano, el de mi madre, y seguramente, hasta habría intentado llevar a nuestro perra pues quedó impresionado por la historia de la perra rusa Laika, que fue el primer animal en orbitar la Tierra. Sospechosamente, mi padre decidió que el nombre de nuestra perra sería Laki…

 

La perra cosmonauta Laika, primer animal en orbitar la Tierra. Fue lanzada por los rusos en 1957, y desafortunadamente, murió durante el vuelo.

Así son las cosas. Ahora, el espacio está al alcance de los mortales… con dinero, y muchos empresarios están invirtiendo en la nueva frontera. Entre ellos: Richard Branson, dueño de Virgin Records, quien pretende llevar turistas en pequeñas excursiones al borde del espacio; Paul G. Allen, cofundador de Microsoft, quien amenaza con poner turistas en la orbita terrestre; Elon Musk, fundador de Paypal, quien ha creado la compañía Space X y trabaja con la NASA; y Jeffrey P. Bezos, el fundador de Amazon.com, quien también tiene una compañía espacial llamada Blue Origin.

Si usted sueña con viajar al espacio sideral y es millonario o, por esas casualidades del destino, tiene 200,000 dólares disponibles, preste atención.

El magnate Richard Branson, dueño del sello  Virgin Records y de la compañía espacial Virgin Galactic, ha construido un espaciopuerto en Nuevo México, desde donde enviará turistas en vuelos sub-orbitales al espacio. Los pasajeros tendrán un curso preparatorio de dos días en el que aprenderán a lidiar con los altos niveles de fuerza G involucrados en el regreso a la atmósfera, y con la extraña sensación de la falta de gravedad.

Los pasajeros viajarán en el interior de la VSS Enterprise, una pequeña nave espacial autopropulsada que sólo dispone de asientos para seis personas y el piloto, y que será remontada por otra aeronave hasta una altura considerable.

 

A la izquierda abajo, la nave VMS Eve llevando a la VSS Enterprise debajo de su parte central. Izquierda arriba, la VSS enterprise en pleno vuelo. Derecha, la VSS Enterprise desprendiéndose de la nave VMS Eve. (Fotos por Virgin Galactic)

La aeronave VMS Eve despegará del espaciopuerto en Nuevo México llevando enganchada a la pequeña VSS Enterprise debajo de su parte central. Después de alcanzar los 50,000 pies de altura, la VSS Enterprise se soltará, encenderá sus cohetes y se lanzará hacia su destino final, el lugar donde termina la atmósfera y empieza el espacio sideral. La descripción del viaje que hace la publicidad de Virgin Galactic es más que tentadora:

“Con un poder sobrecogedor la VSS Enterprise acelera hasta 3,000 millas por hora o 4 veces la velocidad del sonido…afuera de las ventanas, la atmósfera azul se disuelve en el oscuro infinito del espacio. Te relajas, pero en un instante tus sentidos están alerta de nuevo, el espacio adentro de la nave se ha transformado completamente…la gravedad que ha dominado tus sentidos desde el día en que naciste ha desaparecido…”

Los pasajeros podrán desabrocharse los cinturones para flotar, y disfrutar de la vista a través de las ventanas superiores y laterales de la nave. Luego de flotar unos minutos en el borde del espacio la nave empezará su regreso hacia la Tierra. Los pasajeros volverán a sus asientos pero serán colocados en posición horizontal para soportar mejor las fuerzas involucradas en la complicada entrada a la atmósfera terrestre.

Luego de unos minutos el piloto anunciará que ha empezado el deslizamiento hacia el espaciopuerto en Nuevo México. Esa noche, ya de regreso en la Tierra, participarán en una ceremonia donde recibirán un certificado, y un video con las imágenes de su entrenamiento y del viaje.

El inicio de los vuelos estaba programado, inicialmente, para el 2009. Luego, fueron postergados para el 2011, y ahora, Virgin Galactic prefiere mantener en reserva la fecha hasta que estén seguros de poder cumplirla.

 

Ilustración de la nave VSS Enterprise de Virgin Galactic. A la derecha arriba se puede apreciar como la VSS Enterprise se desprenderá de la aeronave VMS Eve una vez alcanzados los 50,000 pies de altura. (Fotos por Virgin Galactic)

Según Branson, sólo se aceptarán 500 pasajeros por año. Entre las personas que ya han reservado su pasaje, se encuentran: Angelina Jolie, Brad Pitt, Bryan Singer (director de los X-Men), Michael Schumacher (corredor de formula I), Paris Hilton, Stephen Hawking y Tom Hanks.

Depende de usted, si le interesa el viaje y está en la capacidad de gastar 200,000 dólares en el pasaje, puede hacer su reservación en línea aquí, previo depósito de 20,000 dólares.

Ahora, si usted no se conforma con flotar unos minutos en el espacio sideral y lo que quiere es orbitar el planeta Tierra, espere a escuchar la oferta de Paul G. Allen.

El multimillonario cofundador de Microsoft, Paul G. Allen, dijo el martes 13 de Diciembre que estaba entrando al negocio de los vuelos espaciales con un concepto innovador: un avión gigante que puede despegar de manera convencional, y que a los 30,00o pies de altura, soltará un cohete espacial. Este encenderá sus reactores y enrumbará hacia el espacio. Entre los usos del cohete, se ha planificado la carga de satélites, el transporte de provisiones para la Estación Espacial Internacional (ISS), y eventualmente, el turismo espacial. La compañía Stratolaunch Systems podría realizar su primer lanzamiento en el 2016.

“Para el final de esta década, Stratolaunch pondrá naves espaciales en orbita. Mantendremos a América a la vanguardia de la exploración espacial. El turismo espacial de masas, eso se lo dejo a alguien como Richard que sabe como hacerlo.” dijo Mr. Allen.

El aeroplano que cargará al cohete será el más grande jamás construido. A su lado, el Airbus A380, el avión comercial más grande del mundo, se verá como un avion de juguete. El aeroplano de Allen tendrá las alas más largas que un campo de fútbol (más de 115 metros) y necesitará una pista de despegue de más tres kilómetros y medio.

El slogan de la compañía Stratolaunch es “Cualquier órbita, en cualquier momento”.

 

Ilustración del gigantesco aeroplano que construirá Paul G. Allen para ser capaz de lanzar su cohete desde el aire. (Foto por Stratolaunch Systems)

Allen y Branson trabajan con el mismo ingeniero aeroespacial, Burt Rutan, constructor del primer avión que dio la vuelta al mundo sin detenerse o recargar combustible, y ganador del premio Ansari X por construir un avión comercial que pudiera llegar a niveles suborbitales dos veces en una semana.

Los ejecutivos de la compañía de Allen sostienen que deshaciéndose de las plataformas tradicionales de lanzamiento de cohetes reducirán los costos, y evitarán los problemas de mal tiempo, pues una vez que el gigantesco avión este en el aire, podrá transportar al cohete hasta un lugar del cielo donde no haya mal tiempo y lanzarlo.

Los Divulgadores, como la gran mayoría de mortales, no tenemos dinero suficiente para pagarnos el paseo al espacio sideral, aunque ganas no nos faltan. Si Richard Branson lee estas líneas y decide apiadarse de estos humildes blogeros regalándoles por Navidad un par de pasajes (aunque sea en el techo de la nave), les prometemos que traeremos muchas fotos y videos. Entretanto, nos conformamos con ver, por enésima vez, la película “Los Elegidos” (The Right Stuff) de Philip Kaufman.

Fuentes: New York Times, Fox News, Virgin Galactic.

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