Libro de EnocEl Libro de Enoc (o Libro de Henoc, abreviado 1 Enoc) es un libro intertestamentario, de la Biblia de la Iglesia Copta pero no es aceptado como canónico por las demás iglesias cristianas a pesar de ser parte de la Septuaginta. Las únicas versiones íntegras de este libro que se conservan están en ge'ez y copto, lenguas litúrgicas de la Iglesia copta, pero son conocidas varias partes en griego, siríaco, armenio, árabe y latín. Además han sido encontrados varios fragmentos en arameo y uno en hebreo (4Q317), en Qumrán. La tradición atribuía su autoría a Enoc (transcrito también como Henoc o en inglés Enoch), bisabuelo de Noé. En la actualidad se cree que el texto fue redactado por varios autores judíos entre los siglos III a. C. y I. DiferenciaciónSe conocen otros tres Libros de Enoc: el Segundo Libro de Enoc (2 Enoc), escrito a finales del siglo I o después y conservado en eslavo eclesiástico; el más tardío (de composición posterior al siglo V), Tercer Libro de Enoc (3 Enoc), en hebreo; y el Enoc copto (4 Enoc), que data del siglo V y del cual apenas se han encontrado partes. Este artículo sólo hace referencia a 1 Enoc. PartesEl libro que hoy conocemos, fue editado tal vez en el siglo primero de nuestra era, pero consta de varias partes escritas entre los siglos III a. C. y I d. C. Estas partes son:
ComposiciónLas primeras secciones del libro fueron compuestas en el siglo III antes de Cristo. Los autores dependerán en parte del Pentateuco, y habían ampliado las secciones de Génesis, Números y Deuteronomio. Por ejemplo, 1 Enoc 1:9 (la cita en la epístola de Judas 1:14-15) es originalmente un midrash de Deuteronomio 33:2.1 2 3
ContenidoSe trata de un libro apocalíptico perteneciente a la apocaliptica judía En el capítulo 7 (7, 3-6) narra la caída de los Vigilantes, que engendraron con mujeres humanas a los nephilim o ‘gigantes’. (A estos también se refiere el pasaje de Génesis 6:1-7): Ellos devoraron todo el trabajo de los hombres hasta que estos ya no alcanzaron alimentarlos más. Entonces los gigantes se volvieron contra los hombres y empezaron a devorarlos y empezaron a pecar contra los pájaros, y contra las bestias y los peces y a devorar unos la carne de los otros y se bebieron la sangre. Entonces la tierra acusó a los violentos por todo lo que se había hecho en ella.
Se acusa a los ángeles guardianes por haber desviado su misión y encarnado la explotación, la opresión, la destrucción de los ecosistemas, la guerra, el oro, la vanidad, la brujería, la fornicación y el engaño (8:1-3). «Y como parte de la humanidad era aniquilada, su clamor subió al cielo» (8: 4). Los arcángeles Miguel, Sariel (Uriel), Rafael y Gabriel, al ver la sangre derramada y la injusticia se dijeron que «la tierra desolada grita hasta las puertas del cielo por la destrucción de sus hijos». Dios los envía entonces a encadenar a los Vigilantes y a destruir a los gigantes «pues han oprimido a los humanos». Los ángeles caídos rogaron a Enoc que intercediese por ellos ante Dios. Luego el libro describe la visita de Enoc al cielo en forma de una visión, y sus revelaciones. Una parte significativa del texto se dedica a describir los movimientos de los cuerpos celestes, en relación con el viaje de Enoc al cielo, con el objetivo de detallar el calendario base de las fiestas de la Ley. Buena parte del libro se dedica a denunciar a los opresores y reyes de la tierra y anuncia su derrota final: «Este castigo con que son castigados los ángeles es un testimonio para los reyes y los poderosos que poseen la superficie de la Tierra» (67:12; 2 P 2:4). «Desgracia para los que edifican la iniquidad y la opresión y cimientan sobre el fraude, porque serán derrumbados de repente y no habrá paz en ellos... Habrá un cambio... los justos serán victoriosos» (50:1-2). «Desgracia para vosotros ricos, porque os confiáis en vuestras riquezas, seréis privados de ellas» (94:6-8). El Libro de Enoc asume la continuidad del discurso de los profetas y anticipo del mensaje cristiano, enfatizando en la venida del Hijo del Hombre. Es una expresión de la literatura apocalíptica como esperanza de los humildes. Los cristianos y el Libro de EnocEste libro fue muy apreciado por parte de los primeros cristianos, como lo atestiguan la Epístola de Judas (14-16), que cita un pasaje del Libro de Enoc (1 Enoc, 1, 9); la referencia en 2Pedro 2:4 y la epístola no canónica de Bernabé. Muchos Padres de la Iglesia y cristianos destacados se refieren al libro, y lo citan en sus obras. Autores como Justino Mártir (100-165), Atenágoras (170), Taciano (110-172), Ireneo (130-208), Orígenes, Clemente de Alejandría (150-220), Tertuliano (160-230), Lactancio (260-325), Metodio de Filipo, Minucio Félix y Comodiano, entre otros, consideraron el libro de inspiración divina. Un defensor de este libro fue el obispo Prisciliano, quien curiosamente fue el primer cristiano condenado a muerte y ejecutado por cristianos, por una supuesta herejía en 385. Referencias a Enoc se encuentran en tres versículos del Nuevo Testamento v.g. Lucas 3:37;Hebreos 11:5; Judas 1:14. Muchos estudiosos creen que la actitud de Judas hacia el Libro de Enoc es positiva.5 Una minoría considera que la actitud de Judas hacia el libro es ambigua.6 Algunos han preguntado por qué el autor de la epístola de Judas usó la frase "blasfeman de las majestades angélicas",7 porque si la historia de los pecados de los ángeles, como se describe en el Libro de Enoc, es verdad, ¿porqué es una "difamación", una "calumnia"?8 Pero la explicación más probable en relación con el Nuevo Testamento y el "Libro de Enoc" es que el Libro de Enoc no fue a lo que, por ejemplo, Judas se refiere, pues el se pudo haber referido a los escritos de las tradiciones orales sobre el Enoc antediluviano "que caminó con Dios y no fue hallado", Enoc que en ningún caso podrdía haber escrito "El Libro de Enoc". Algunos señalan que el Libro de Enoc es un libro lleno de culto a los ángeles. Esto puede explicar el hecho de la supuesta apreciación del libro por parte de algunos que profesaban ser cristianos, que entonces serían cristianos que no obedecían a las advertencias de los apóstoles como Pablo (Colosenses 2:18). El libro dice que los gigantes eran más de una milla de altura, este pone este libro en la categoría de fábula, y muchos no pueden evitar relacionarlo con las fábulas mencionadas por Pablo en Tito 1:14. Además, para elegir creer en la posibilidad de que los ángeles pueden tomar esposas de las mujeres de los humanos contradice las claras enseñanzas de Jesús en Marcos 12:25.
Dado por perdido en Occidente durante casi un milenio (aunque los francmasones de rito escocés tienen copias cuyo origen se desconoce), a finales del siglo XVIII, sin embargo, el famoso viajero James Bruce trajo de Abisinia tres copias de la obra. Uno de los manuscritos fue traducido al inglés en 1821 por Richard Laurence; en 1891 y 1912 se realizaron nuevas ediciones, base del mayor conocimiento del texto, siendo muy conocida la última, publicada por Robert Henry Charles, en 1913. Una edición completa de los escritos relacionados con el Libro de Enoc, incluyendo los últimos hallazgos, fue realizada por el erudito católico John T. Milik, en 1976. Referencias
Bibliografía
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